"Y esto erais algunos; mas ya habéis sido lavados, ya habéis sido santificados, ya habéis sido justificados en el nombre del Señor Jesús, y por el Espíritu de nuestro Dios."
1 de Corintios 6:11
Esta semana en nuestro calendario se celebra la conocida semana santa. Una fecha agregada para recordar la pasión de Cristo, su crucifixión y su resurrección el primer día de la semana. Como es habitual no hay días exactos para fijar la semana santa, debido a que se calcula con el calendario lunar; por eso siempre tiene lugar entre el 22 de Marzo y el 25 de Abril.
Lo llamativo de esto, es que después de saber los días para celebrar la llamada semana santa se fija las fechas de carnaval. Lo cual no va en nada lo uno con lo otro.
En este momento sería bueno que nos preguntemos, ¿Existe una semana santa o el resto de las semanas del año también lo son?
Romanos 14: 5 y 6. Dice: “Uno hace diferencia entre día y día; otro juzga iguales todos los días. Cada uno esté plenamente convencido en su propia mente. El que hace caso del día, lo hace para el Señor; y el que no hace caso del día, para el Señor no lo hace. El que come, para el Señor come, porque da gracias a Dios; y el que no come, para el Señor no come, y da gracias a Dios.”
Como usted verá, todo ha sido creado por Dios, incluyendo los días. Y se han mantenido bajo la misma regla universal de los siete días de la semana como en la creación.
Pero hay algo más importante que discutir, en lugar de los días. Y tiene que ver con nosotros mismos. ¿Es usted santo? ¿Sabe que es posible serlo?
Existe, una tradición comúnmente aceptada en muchos países. Donde por lo que sabemos hay cuatro pasos para ser santos:
Para ser beato es necesario el testimonio que el candidato haya realizado algún milagro, mientras que cuando esta en proceso de ser santo canonizado debe haber evidencia que realizo un milagro mientras era beato. Todos los pasos para proclamar a una persona santa deben ser aprobadas por el Pontífice de lo contrario no puede iniciarse el proceso, y el costo de la beatificación según el diario la voz de Galicia se estima alrededor de 500,000 euros.
La verdad es que una gran mayoría de la población no tenemos ese dinero para serlo. Sin embargo, en la Biblia usted y yo podemos ser santos.
Cuando Pablo escribió a los corintios se refirió a ellos como personas que habían sido “santificadas” 1 de Corintios 6:11. “Y esto erais algunos; mas ya habéis sido lavados, ya habéis sido santificados, ya habéis sido justificados en el nombre del Señor Jesús, y por el Espíritu de nuestro Dios.” Los Corintios fueron santificados después de haber sido personas con defectos como la fornicación, adulterio, idolatría, afeminados, etc. De esto aprendemos una hermosa lección: ¡Todos podemos llegar a ser santos! Pablo, en el capítulo 1 versículo 2, dice: “a la iglesia de Dios que está en Corinto, a los santificados en Cristo Jesús, llamados a ser santos con todos los que en cualquier lugar invocan el nombre de nuestro Señor Jesucristo, Señor de ellos y nuestro:”
Pero ¿Cómo se llega a ser santos? Pedro en su primera carta utiliza las frases:” es mediante la obediencia a la verdad” – “renacidos por la palabra de Dios” (1 de Pedro 1: 22-23).
En Juan 3: 3 al 5. Jesucristo hablando con Nicodemo hablo de la necesidad de volver a nacer, por supuesto que él no estaba hablando de una reencarnación, sino de un nacimiento espiritual.
Lamentablemente a veces entendemos mal la palabra “bautismo”, sin embargo esta es una transliteración y no una traducción completa. Pero bautismo significa “Ser sumergido”. De esto hablaba él Señor Jesús. Para ser santos necesitamos ser bautizados en Cristo (Romanos 6). Pero detengámonos un momento. Eso en ninguna manera significa que ya no necesitamos hacer más nada porque somos totalmente santos y perfectos. Sí somos perfectos en cuanto al proceso que hemos hecho en Cristo para ser perdonados, pero seguimos en un constante ejercicio de preservar esa santidad.
Filipenses 3: 12 dice: “No que lo haya alcanzado ya, ni que ya sea perfecto; sino que prosigo, por ver si logro asir aquello para lo cual fui también asido por Cristo Jesús.” De modo que su hermano en Cristo también es alguien que esta luchando para ser perfecto. Por lo tanto si nos fijamos en los defectos de los demás como excusa para no seguir a Dios, estamos errando grandemente porque la Biblia misma nos anticipa que nuestros hermanos están buscando ser perfectos, pues reconocen que no lo son. Entonces mirar la vida de otros, es un grave error. Nosotros necesitamos mirar a Cristo, pero déjeme decirle que él si es perfecto. Asi que no encontraremos ninguna excusa que valga.
A los que hemos pasado por las aguas del bautismo, la biblia nos pide: “sed también vosotros santos en toda vuestra manera de vivir;” (1 de Pedro 1:15). Y a los que todavía no lo han hecho, sepa que la Santidad está disponible para todos. Solo necesita ponerse a cuentas con Dios para que todos sus pecados sean perdonados (Isaías 1:18).
¡Usted puede ser santo gratuitamente!